Después de 53 años de su desaparición física, el pueblo de Quibor no ha dejado de recordar al cantante del amor, Pedro Infante. Un artista que no sólo conquistó el corazón de las mujeres, sino que fue inspiración de muchos hombres en el arte de la conquista. Hasta una fundación fue creada en 1990 que organiza todo tipo de actividad relacionada con el cantante mexicano, que supo robarse el corazón de los quiboreños. Porfirio Jiménez refiere que en 1990 le pidió al Padre Santamaría, que le oficiara una misa en honor al cantante de rancheras. También contrató un mariachi por 3 mil 500 Bs. de los viejos, para que interpretaran cinco de sus canciones, las que le consagraron como el mejor de la época. Desde entonces, este hombre no ha parado de homenajear a Pedro Infante.
En el año 2010, el poeta y escritor Tito Nuñez, durante la misa resaltó la identidad existente entre Quibor y Sinaloa, pueblo natal de Pedro Infante. Dijo que existe una correspondencia entre ambas poblaciones en su geografía, tradiciones, costumbres, creatividad artesanal y el amor por la Virgen de Guadalupe.
A Pedro Infante se le adora en Quibor, desde cuando el maestro Juan Pablo Ceballos proyectaba sus películas y transmitía sus canciones. “El héroe mexicano, como se dio a conocer en el mundo, también cautivó el corazón de los quiboreños”, dijo Núñez.
Los mariachis presentes en el festival fueron: Mariachi de MI Tierra, Sol América y Sinaloa.
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